Ya desde finales del siglo XIX, un brillante físico y matemático llamado William Thompson Kelvin lo enseñaba a sus alumnos: “lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”. Si este caballero ya lo anunciaba hace más cien años… ¿por qué seguimos en pleno siglo XXI viendo y entendiendo la analítica como un “plus” y no como un “desde”? 

Estos últimos años me ha tocado ver decenas de clientes con inversión y recursos destinados a su estrategias digitales (algo que está muy bien), pero que no se paran a analizar ni el impacto, ni el retorno de esa inversión (algo que está muy mal). ¿Extraño verdad? Lo lógico es que uno hiciera un seguimiento y análisis exhaustivo, entendiéndolo como cualquier otra inversión. 

Quizá este es el punto. En más casos de los que me gustaría, la publicidad o el marketing digital no se entienden como una inversión sino como un gasto: asumiendo que es dinero perdido (muy grave error amigo). 

Tras esta (no tan breve) divagación, retomemos el tema que nos atañe: LA ANALÍTICA. 

¿Qué es la analítica? Básicamente consiste en recopilar y consolidar datos, de forma que puedas tener una visual completa que te permita ir analizando cada una de las variables de tu estrategia. Este análisis puede incluir desde el interés que genera un anuncio vs. otros, a la importancia del tiempo de carga de tu sitio, valor del abanico de productos para tus clientes, eficiencia en flujos de compra y así un infinito etc, etc, etc. 

Una de las cosas principales antes de analizar (y como bien decía nuestro amigo el caballero William) es definir o establecer qué es lo que queremos lograr. A partir de aquí se construye un sistema de analítica más o menos complejo, enfocado en lograr los objetivos que establezcamos. 

Y en este punto llegamos a otro de los pilares del marketing digital: LA PLANIFICACIÓN. Anticiparse y construir en base a análisis es el camino del éxito. (Aquí no hay cabida a la improvisación(más allá de temas contingentes que un buen profesional en muchos casos anticipa). 

Sea como sea, la invitación siempre es a ir más allá, a buscar y entender el impacto de lo que hacemos:a mirar los datos, analizar y sacar hipótesis.Después se confirmarán o descartarán… pero en todo ese proceso, estarán analizando. 

Generalmente en marketing digital (al igual que la mayoría de los rubros) la improvisación es la peor de las estrategias. Y hablando de caballeros de otros tiempos, para cerrar y ejemplificar mejor lo que les expliqué, les dejo una frase de Molière: ”la improvisación es la piedra de tope del ingenio”.