January 3, 2023
By:
Fabiola Díaz
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UX/UI Designer
La discusión acerca del video vertical data de al menos unos 10 o 12 años, donde en los círculos de audiovisualistas, fotógrafos, editores, técnicos y artistas en general, tenían una visión bastante conjunta: El video vertical es satanás.
Ok, no tan así, pero casi y si no me creen, vean este video en dónde se describe como un síndrome: si, como una enfermedad.
De todas maneras, el video aduce razones bastante atendibles: la primera, y probablemente más obvia, es que nuestros ojos son horizontales, por lo tanto, no tendría sentido desperdiciar parte de nuestro campo visual natural para reemplazarlo por un campo visual menos orgánico. En concordancia con lo mismo, el video explica que en ese momento todos o la gran mayoría de los dispositivos para ver video eran horizontales, como el cine, las televisiones, los computadores, etc. Y qué cambiar súbitamente la orientación de los formatos de horizontal a vertical iba a terminar en la debacle de todo producto audiovisual.
Desde el año 2018 YouTube se adaptó definitivamente para todos los formatos de video y dejó de mostrar las barras negras a los costados de los videos verticales. También, y según las estadísticas de distintas plataformas, los videos verticales tienen entre 6 y 9 veces más de engagement que los horizontales en redes sociales. Por lo mismo, en los últimos años, Instagram, Facebook, y YouTube (sin hablar de Tiktok, plataforma creada especialmente para el video vertical y que explotó su crecimiento durante la pandemia en el 2020, superando los mil millones de usuarios) han adaptado sus herramientas especialmente para privilegiar este formato de video. Y, en el año 2015 Mad Max Fury Road fue la primera película en estrenar una versión de su trailer en formato vertical, especialmente pensado para la promoción en social media.
Quiero detenerme en este punto, porque me parece que es una buena conclusión al futuro apocalíptico que veía la gente del cine hace 10 años atrás respecto de este tema: ni las películas como las conocíamos se terminaron, ni los cines se demolieron para construir cines verticales, ni nada terrible sucedió: finalmente, al parecer, la clave tenía mucho más que ver con comprender para qué nos serviría este nuevo formato, aprender a utilizarlo y sacarle todo el provecho que tiene.
Porque sí, la gente está viendo y compartiendo muchos videos en vertical, pero estos videos en vez de competir con los productos audiovisuales convencionales, crearon su propio carril que está relacionado con la experiencia misma de estos: no es lo mismo sentarnos a ver historias de Instagram o trends de Tiktok que ver una película, o una serie.
Es más, tomando ejemplos como el trend de “Merlina” en Tiktok con la canción de Lady Gaga, podríamos sentarnos a ahondar un buen rato acerca de cómo estos formatos -ahora en el sentido más amplio de la palabra- pueden conversar entre ellos y ayudar a poner productos audiovisuales en el centro de la conversación de las redes sociales, y hacer explotar su popularidad.
Al final, el purismo hoy en día no nos lleva a nada, buscar entender y dar al usuario lo que le acomoda a cada necesidad sí es actual, ágil y un buen camino de éxito.
Esta reflexión la hago desde el punto de vista de la mirada audiovisual -como les contaba al inicio- pero, al final como pudiste leer, es una forma de entender la experiencia de usuario en algo cotidiano, de entender las tendencias y las costumbres en redes sociales, viralidad y más. ¿Buscas especialistas en todo esto? Estás en el lugar correcto: hola@tactech.cl y conversamos (en digital o en persona, porque nosotros también nos adaptamos a todos los formatos 😎)
Fotografía de portada: Freepik.